Llevamos un año preparando el estreno y cuando nos queremos dar cuenta… ¡Ya ha pasado! Una obra de teatro que no dejó indiferente a nadie de los asistentes… ¡Objetivo cumplido! En esta obra no es que  se rompa la cuarta pared, es que directamente no existe.

Una locura que concluye en esta Parte II y continuará a buen seguro,  porque se hace necesario experimentar en el teatro y porque el público también lo agradece, o por lo menos así nos lo han trasladado; porque no hace falta gustar siempre y no siempre hay que buscar la complacencia del público, no siempre te gusta lo que ves pero reconoces el intento por lo nuevo… A veces hay que buscar remover, indagar, salirse de lo marcado como correcto y ¿por qué no? encontrarse a uno mismo, no tener miedo a sentir sensaciones nuevas y ser capaz de poner encima de unas tablas aquello que no nos gusta o desagrada.

Gracias a todos por el apoyo que nos habéis dado en esta nueva y corta etapa de Diabla buscando innovar. Gracias a los que os ha gustado y a los que no, por está ahí. Gracias a todos los que han hecho posible este nuevo estreno de Diabla. A los que están delante y a los que están detrás. Un placer como siempre trabajar para vosotros.

Seguiremos al pie del cañón, porque es lo que nos gusta y es lo que queremos. Nos vemos muy «prontito».